Glups (I)

El otro día en clase el profesor me pidió que fuese a llenar un vaso de agua para las acuarelas. El caso es que fui y, al volver, alguien que había ido también a llenar un vaso lo derramó por el suelo y tuve la mala suerte (como soy tan patosa) de resbalarme y le tiré el vaso de agua ¡al chico que me gusta! Él quedó empapado y yo me puse roja. Luego no me habló en todo el resto del día y para colmo el profesor ¡me echó la bronca! ¡Qué chasco!


Un día en el insti me fui con unos pantalones ajustados, me estaban pequeños. Estaba en clase de mate, al lado del chico que me gusta, cuando se le cayó un boli. Me agaché a cogerlo y se me rompieron los pantalones por detrás, pero no me di cuenta. Después, el profesor me sacó a la pizarra para corregir un ejercicio y todos se empezaron a reír, ¡hasta el profe! Yo pasé de ellos y seguí haciendo el ejercicio, hasta que el chico que me gusta me dijo: “¡Oye, te meto una moneda por el pantalón!” Me giré y me di cuenta de que tenía el pantalón roto. Me puse colorada y pensé: “¡Tierra trágame!”